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Puedo mentir un día y otro día
y puedo sonreir como si nada,
y luego ser un alma derramada
entre los versos de una poesía.
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Puedo cantar el himno a la alegría
y simular alguna carcajada
pero por dentro estar desmoronada
como una vieja fábrica vacía.
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Queda la casa sola, ya se fueron,
quién sabe si volaron o murieron,
los pájaros que había en el alar.
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Yo quiero conservar intacto el nido
porque del mismo modo en que se han ido
algún día podrían regresar.
muy chulooooooooooooooooo
ResponderEliminarMuy bello.
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