A media voz te llamo, intermitente,
con una lluvia triste de sonidos,
pero es tan fino el eco de mis ruidos
que sólo forma charcos por mi mente.
A viva voz te nombro, qué inocente,
pensar que escucharás mis alaridos.
Quedan mis labios secos y abatidos
y el agua de mi boca más caliente.
Quiero quererte a voces y no debo,
ni nadaré en tu lago, no me atrevo,
y mi lengua se empapa en negación.
Aunque los versos míseros que escribo
guardan intacto un sentimiento vivo
que escapa por la voz del corazón.
( Dedicado a "Aflordepiel")
No hay comentarios:
Publicar un comentario