jueves, 12 de abril de 2012

o0o Carta a Marcel V o0o

Esta cárcel de ausencia, este abandono
del que ya no me escapo, ni lo intento;
Este pájaro en jaula que es mi vida,
salta de letra en letra
en su ataud de olvido.

Y se engancha a los hierros invisibles
para batir sus alas arrugadas.
A veces hasta canta.
Pero tú y yo sabemos
que es la canción de amor desesperada.

Dime Marcel distante,
¿Cuándo abrirás la jaula de mi alma?
No necesito llaves,
ni puertas, ni barrotes.
Fui libremente presa,
encierro imperceptible;
y abandoné la vida,
como quien tira los zapatos rotos.

Déjame que descanse
donde el sol haga sombra.
No es suficiente con amar la vida
ni hace falta morir para estar muerto.

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