Llega el otoño rojo, y amarillas,
van cayendo las hojas, de puntillas,
en un gracioso baile de vaivén.
Y cambian de color alegremente,
del verde al amarillo efervescente
hasta el marrón cetrino en un arcén.
Igual llega el otoño a nuestra vida:
estalla en rojo sangre y malherida
se resquebraja nuestra juventud.
La tez de otoño es tronco, es arrugada,
la savia del amor paralizada;
y el cuerpo va midiendo su ataud.
¿Dónde te habré perdido, primavera?
Hoy necesito lluvia por mi acera
y que me nazcan flores, como ayer...
Porque se cubrirá mi piel de pecas
como se cubre el suelo de hojas secas
y sé que no lo puedo detener...
Hola, Silvia.
ResponderEliminarHe accedido a tu página a través de la de Luis Oroz. No estoy seguro, pero creo que en algún momento nuestros caminos llegaron a cruzarse, tal vez en algún foro poético como Ultraversal o Poesía Pura.
El caso es que encuentro en tus poemas rimados un pulso que me agrada. También tus cuadros me parecen interesantes. He estado mirándolos y mis favoritos son el "Bodegón" y el "Campo de amapolas". El primero por esa puerta abierta que me devuelve al misterio de la niñez, me remite a los juegos infantiles, sombra y luz, la comida de mamá... El segundo porque captura un momento cualquiera y lo transmite mucho mejor que una fotografía. No sé, no soy experto en pintura, ni en poesía, pero creo que destacas en ambas artes por igual.
Bueno, no me enrrollo más. Feliz año nuevo y un abrazo.
Esteban
P.D.: También tengo un blog enlazado en la página de Luis Oroz, se llama "El verso proverbial"; espero que te guste, si te apetece pasar por allí.
Gracias por tu agradable visita !!! Vuelve cuando quieras :-)
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