domingo, 16 de octubre de 2011

Barra y mitad II

-
El vaso está vacío.
Tan vacío y tan sucio
como quedó mi vida.
-
No sé de qué botella me llenaste la vida.
Tampoco sé decirte ni quién se la bebió;
sólo sé que era alegre,
era tibia, era suave...
-
No sé por qué rendija del nosotros se ha ido.
Tampoco se decirte si quiero que regrese;
sólo sé que está fría la cuenca de mi mano
y en el borde que asoma
imagino tus labios de carmín.
-
Y un rechinar de dientes
anuncia que transitan
unos recuerdos tuyos
con un momento exacto, su fecha y su lugar;
y un cuchillo invisible
se abre paso en mi pecho;
Es entonces que noto
cuánto duele el amor.
-
Cuánto te quise y cuánto
podré quererte más:
La angustia también ama.

No hay comentarios:

Publicar un comentario