miércoles, 27 de octubre de 2010

o0o Redención o0o

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Tú que todo lo puedes, dame aliento;
Te rezo pero tú sólo me pruebas
y me acercas el agua y  te la llevas,
y me dejas con sed y sin sustento.
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Tú que todo lo das, dame otro intento,
para que vuelen mis palomas nuevas.
Pero no llegarán: tanto te elevas
que de rezarte tanto me arrepiento.
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Tanto me empeño y tanto se me impide
que tu rotundidad clara se mide
en el cansancio de mi abnegación.
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Yo te beso en la cruz, yo te mendigo,
te suplico, te niegas, te maldigo:
¿Cuál es el precio de mi redención?.

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