lunes, 16 de septiembre de 2013

o0o XVIII o0o

Me estoy acostumbrando
a las calles vacías,
a las farolas rotas,
a tu sólida ausencia,
a la vida incompleta,
porque así es el paisaje
desde el balcón de la melancolía.
-
Tan solo se interrumpe
cuando empiezo a escribirte; se me escapa
la solitaria voz del sentimiento.
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Poder hablar contigo
y recibir de nuevo la alegría,
la luz que necesito
para explicar al mundo
las cimas de tu cuerpo,
lo dulce de tus manos...
-
Te contaré un secreto,
Marcel, que nadie sabe:
el mejor de mis versos
lo escribí entre tus labios.
-
( Cartas a Marcel)