Me dejaré querer como la arena
disfruta la caricia de la ola.
Me dejaré abrazar como la tierra
se deja rodear por las raices.
-
Y bailaré la música que canten
como bailan al sol los girasoles.
Entregaré mi cuerpo y una roca
resistirá ante el beso inamovible.
-
Ya sólo soy la arena, soy la roca,
la rendición de la esperanza mía.
Si no puedo tenerte y sobrevivo,
-
sé que vendrá otro beso, otra caricia,
y sin nada que dar, porque ya es tuyo,
me dejaré querer como las cosas.
viernes, 28 de octubre de 2011
domingo, 16 de octubre de 2011
Barra y mitad II
-
El vaso está vacío.
Tan vacío y tan sucio
como quedó mi vida.
-
No sé de qué botella me llenaste la vida.
Tampoco sé decirte ni quién se la bebió;
sólo sé que era alegre,
era tibia, era suave...
-
No sé por qué rendija del nosotros se ha ido.
Tampoco se decirte si quiero que regrese;
sólo sé que está fría la cuenca de mi mano
y en el borde que asoma
imagino tus labios de carmín.
-
Y un rechinar de dientes
anuncia que transitan
unos recuerdos tuyos
con un momento exacto, su fecha y su lugar;
y un cuchillo invisible
se abre paso en mi pecho;
Es entonces que noto
cuánto duele el amor.
-
Cuánto te quise y cuánto
podré quererte más:
La angustia también ama.
El vaso está vacío.
Tan vacío y tan sucio
como quedó mi vida.
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No sé de qué botella me llenaste la vida.
Tampoco sé decirte ni quién se la bebió;
sólo sé que era alegre,
era tibia, era suave...
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No sé por qué rendija del nosotros se ha ido.
Tampoco se decirte si quiero que regrese;
sólo sé que está fría la cuenca de mi mano
y en el borde que asoma
imagino tus labios de carmín.
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Y un rechinar de dientes
anuncia que transitan
unos recuerdos tuyos
con un momento exacto, su fecha y su lugar;
y un cuchillo invisible
se abre paso en mi pecho;
Es entonces que noto
cuánto duele el amor.
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Cuánto te quise y cuánto
podré quererte más:
La angustia también ama.
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